Con una arquitectura colonial francesa, el emblemático edificio tiene cimientos y raíces familiares que se remontan a 1939. Este legado inició con José Toribio Gatica y su esposa Rosita Ortiz, quienes edificaron la vivienda sobre la calle principal, a seis cuadras de la plaza local. “Donde se derrama la justicia y la libertad florece la cultura”, destacó el gobernador Alberto Rodríguez Saá, durante la inauguración este lunes a la tarde.

A lo largo de cuatro décadas, este icónico hogar tuvo diversas modificaciones y ampliaciones que cobijaron los sueños y proyectos de sus integrantes. Uno de los cambios más pintorescos que recuerdan los vecinos fue el revestimiento de la galería con piedras lajas extraídas de las canteras de El Zapallar, técnica que también se utilizó en los pisos del patio.

En 1987, la casa fue alquilada y la familia se radicó en Neuquén. Luego, en el 2017, la casa fue vendida y pasó a ser patrimonio del Gobierno provincial

“Estos espacios se traducen en oportunidades y visibilización de los artistas locales de todas las disciplinas. Es un nuevo lugar que permitirá expandir la cultura. Esta casa tiene una historia, está en la memoria colectiva de Quines, y lo más importante es que los artistas la han abrazado”, expresó la secretaria de Cultura, Silvia Rapisarda tras el convocante acto, que reunió también a los emprendedores del Mercado de Arte, Diseños y Artesanías (MADA), al equipo creativo de Intercolegiales Culturales y diversas interpretaciones musicales, a cargo del Sistema “Sueños del Arte”.

El evento además contó con un programa de radio en vivo, visitas guiadas, talleres literarios, clínicas de diferentes disciplinas artísticas, y espectáculos de ballets y artistas locales.

“Disponer de un lugar así donde podamos encontrarnos, sin lugar a dudas, es un hito, marca un antes y un después para toda nuestra zona”, aseguró el periodista y escritor, Mauricio Gutvay.

Por su parte, el artista plástico Baroja Agüero subrayó: “Acá hay muchísimos talentos y está bueno contar con un espacio que nuclee las diferentes expresiones”, indicó.

“De chica conozco esta casa”, compartió la artesana Carlina Aguilera. “Tener un lugar así tan único y hermoso es una gran alegría”, agregó.

Neli “Yeye” Pérez, profesora de danzas, resaltó además la contención que se fomentará mediante este centro creativo.

“Esto significa también una gran oportunidad para todos los artesanos de la zona porque contaremos con un espacio para mostrar nuestros trabajos y darnos a conocer”, dijo la artesana Layla Eseef.

“Es un lugar que esperábamos hace mucho tiempo, y ahora es un proyecto plasmado que nos trae mucho amor, pasión y esperanza”, indicó el artesano José Sosa.

“Es magnífico que se abra un centro cultural, es el sueño de todos los artistas porque será un lugar que nos va a encontrar, a hermanar, y abrazar”, aseguró el profesor de danzas, Emilio Amaya.

En aquel hogar de don Toribio y doña Rosita, como los llamaban los vecinos y amigos del pueblo, se respiraba un ambiente de alegría y con las puertas abiertas para la comunidad. Hoy, este edificio que ha sido testigo de generaciones se convirtió en refugio y epicentro de la creatividad que, al mismo tiempo, integra y mantiene la calidez de sus antiguos dueños en cada rincón.

Nota y fotos: Secretaria de Cultura San Luis