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  • Jueves, 28 de Marzo de 2024

Plantas medicinales imprescindibles en tu hogar, hoy el Ajo

¿Sabías que el ajo reduce el riesgo de infartos cardiacos y los niveles de colesterol en sangre? Denominado como un antibiótico natural, el ajo es un potente antivírico inmunoestimulante que se ha utilizado como hierba medicinal desde hace más de 5.000 años.

Descubre cuáles con sus propiedades, los diferentes usos que se le puede dar y cómo cultivarlo. Además, si no te gusta el olor y el sabor que deja el ajo, ¡tenemos la solución!

Se considera que el ajo es originario del suroeste de Siberia pero se extendió por Europa y Asia ya en la antigüedad. Al ajo se le ha llamado durante muchos años "el remedio curalotodo del pobre", ya que, además de curar muchas enfermedades, es una "medicina" muy barata. Se ha utilizado como hierba medicinal desde hace más de 5.000 años y se sabe que reduce el riesgo de infartos cardíacos, así los niveles de colesterol en sangre. ¿Lo sabías?

Además, es un fuerte antibiótico y se utiliza para tratar resfriados, catarros e infecciones respiratorias. De hecho, los griegos daban de comer ajo crudo a los atletas antes de las competiciones de los Juegos Olímpicos porque consideraban que les proporcionaba una gran fortaleza física. Con un sabor fuerte y olor intenso, el ajo se sitúa como uno de los alimentos con más beneficios saludables del mercado, y que no falta en los hogares. Crudo, cocinado, incluido en alguna salsa, sofrito... son muchas las formas en las que podemos consumir el ajo.

Ficha del ajo

Nombre común: Ajo - Nombre científico: Allium sativum

Partes utilizadas: Raíz que tiene forma de bulbo con varios dientes. El aceite de ajo, extraído por destilación por vapor de los bulbos, se utiliza para infecciones en general, respiratorias y gastrointestinales, así como para varias infecciones.

Componentes principales: Posee una compleja composición química con más de 100 componentes diferentes, lo que hace que sus propiedades terapéuticas sean incontables. Entre sus componentes destacan aceites volátiles (incluidos alicina, alina y ajoína), enzimas, vitamina A,B,C y E, minerales (incluidos selenio y germanio), flavonoides.

Acciones

  • Antibiótica.
  • Expectorante.
  • Diaforética (estimula la sudoración).
  • Hipotensora (reduce la tensión arterial).
  • Antitrombótica.
  • Hipolipidémica e hipoglucémica (reduce la concentración de lípidos y glucosa en la sangre).
  • Antihistamínica (impide la acción de la histamina en las reacciones alérgicas bloqueando sus receptores).
  • Antihelmíntica (infestaciones por vermes, helmintos o lombrices).

Uso medicinal del ajo

Zumos: Tomar hasta 5 ml (2 cucharadas) de zumo con miel o agua dos veces al día para combatir infecciones, arterioesclerosis o para reducir el riesgo de trombosis.

Dientes: Frotar un diente de ajo cortado sobre las pústulas del acné por la noche. Ingerir 2 o 3 dientes de ajo en las comidas diariamente para mejorar el sistema cardiovascular, reducir el colesterol o prevenir resfriados y gripes.

Cápsulas: Tomar 1 cápsula antes de las comidas para la prevención de infecciones estacionales (consultar la dosis en el prospecto).

Tintura: Tomar 2-4 ml (40-80 gotas) con agua 3 veces al día para los problemas cardiovasculares, complicaciones respiratorias e infecciones por hongos.

Polvo: Quien haya sufrido un ataque al corazón deberá tomar una cucharilla de ajo en polvo a diario diluida en agua o zumo de frutas para prevenir futuros infartos.

Cómo cultivar el ajo

Cultivo: Prefiere los lugares cálidos en tierras fértiles, profundas y bien drenadas a pleno sol. Plantar bulbos o dientes de ajo a una profundidad de 5-10 cm en otoño o invierno.

Localización: Crece de forma silvestre en las zonas cálidas, aunque en general se consume únicamente el de cultivo industrial.

Recolección

Recolectar los bulbos a finales de verano o principios de otoño y dejar secar antes de conservarlos en un lugar resguardado de las heladas.

Advertencia: El aceite de ajo irrita la piel de las mucosas y gástrica, mejor no utilizar en casos de gastritis o úlceras. No usar la semana anterior y posterior a una operación quirúrgica.

¿Quieres saber qué otros antibióticos naturales ayudan a las defensas? En el siguiente artículos hablamos de 6 antibióticos naturales, entre los que se encuentra el ajo, con propiedades antibacterianas para fortalecer tus defensas frente a gérmenes y virus.

Trucos caseros para eliminar el olor a ajo

Tal y como hemos mencionado, el ajo, al que también se le conoce como antibiótico natural, tiene numerosas propiedades y beneficios. Eso sí, si hay algo del ajo que no gusta a mucha gente es el sabor y el mal olor que deja después de tomarlo.

Congelar un diente de ajo 

Lo primero que vamos a hacer es meter un ajo en el congelador y partirlo en trozos pequeños. Cuando lo congelamos, lo que estamos haciendo es quitarle el sabor y conservar sus propiedades.

Esos trozos que hemos sacado del diente de ajo, los iremos metiendo a la boca y chupando a lo largo del día, hasta que al día hayamos tomado en total un ajo.

Mezclar una cabeza de ajo con zumo de limón

Otra de las formas de camuflar el sabor del ajo es mezclándolo con miel y limón. Y lo haremos de la siguiente manera. Lo primero que tenemos que hacer es partir una cabeza de ajo en trozos pequeños, mezclarlos con el zumo de un limón y le añadimos una cucharada de miel.

Esta combinación de ingredientes la trituramos, dejamos un día para que se macere y lo que conseguimos es un jarabe natural ideal para hacerle frente a las anginas.

 

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